Julio César Chamorro Flores, nacido en 1957, es un comandante (r) retirado de la Fuerza Aérea Peruana (FAP) que vela por la seguridad y soberanía de los cielos del Perú. En 1999 fundó la Oficina de Investigación de Fenómenos Aéreos Anómalos (OIFAA).

Hoy continúa colaborando con la oficina de investigación de fenómenos aéreos anómalos que estudia la presencia de naves no identificadas en el territorio nacional. Esta oficina reabrió recientemente sus puertas en 2013 como Departamento de Investigaciones de Fenómenos Aéreos Anómalos (DIFAA).

Desde niño, Julio Chamorro imaginó que su vida estaría relacionada con los aviones. Desde la edad de 16 años los pilota.

Julio César Chamorro ingresó a la Fuerza Aérea Peruana (FAP) el 24 de marzo de 1975 y solicitó ser piloto. En 1977 se especializó en defensa aérea y volvió a ser tripulación. Es especialista en operaciones de radar y estudió en Rusia para ello. Su especialidad es la defensa aérea. Trabajó en la lucha contra el narcotráfico.

El comandante Chamorro dice que tiene memoria genética porque su madre era azafata de una importante empresa de aviación y su padre, piloto civil vinculado al Aero Club del Perú.

Su primer avistamiento fue un día de abril en la base aérea %22La Joya%22. Era 1980 o 1981 y junto a miles de sus compañeros, observó cómo el comandante Oscar Santa María interceptó un OVNI disparándole más de 80 balas de obús.

Balas del tamaño de una botella de medio litro alcanzaron el extraño barco. “Estaba jugando como el gato y el ratón.

Comparte su interés por los fenómenos aéreos anómalos porque entiende que el territorio aéreo peruano debe ser protegido y por eso es necesario investigar y analizar los objetos que maniobran sin autorización alguna, para poder tomar buenas decisiones sobre ellos.

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